Mantener un problema, aunque sea el mínimo tiempo, es lo peor que puedes hacer.
La estrategia más adecuada y más rápida para disolverlo o invisibilizarlo, es describirlo con claridad, trazar un plano, diseñar una estrategia, un plan ad hoc, y actuar. La acción acabará con tu problema en muy poco tiempo.
Lo que ocurre, piensas, es que "algo que te causa un daño tan grande, no puede solucionarse con facilidad".
Para acabar con él, piensas que has de estar tenso, quebrarte la cabeza, darle vueltas y vueltas, dedicarle un gran esfuerzo, esperar a estar muy angustiado, bloqueado, no aguantar más y entonces vendrá alguien y lo resolverá. Este es el peor método posible. Lo único que lograrás es que la pequeña o gran dificultad inicial, se vuelva una gran montaña imposible de ascender.
Para solucionarlo, déjate llevar por lo sencillo, nada es tan difícil.
Como dice Toureau: "sólo amanece para los que están despiertos"
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