La vida verdadera es inexorablemente invención. Tenemos que inventarnos nuestra propia existencia y a la vez este invento no puede ser caprichoso. El vocablo inventar recobra aquí su intención etimológica de hallar. Tenemos que hallar, que descubrir la trayectoria necesaria de nuestra vida, que sólo entonces será la verdaderamente nuestra, y no de otro, o de nadie, como lo es la del frívolo.
Ortega y Gasset
Ahora es el momento de inventarte de nuevo, de renacer a la vida, de vivir con intensidad o de dejarte, como un Don Quijote "derrotado en la playa de Barcino frente al mar", sumido en el dolor de una vida profesional malgastada.
El miedo se ha apoderado del mundo. Los ascensores que nos trasladan, igual que los mineros del siglo xix, hacinados a las profundidades de nuestra inseguridad, recorren los edificios sin descanso, descargando aquí o allá su mercancía.
¿Estamos condenados como Sísifo a repetir el mismo trabajo cada día? ¿Hay salida?
Por supuesto que la hay y se encuentra dentro de ti. En ese magma candente que eres tú mismo.